Los efectos cardiovasculares por el uso de sustancias ilícitas, como la trombosis y la vasoconstricción coronaria, pueden ser agudos, aunque reversibles. A largo plazo, es posible presentar hipertensión arterial de difícil control, palpitaciones y angina, relacionados a la dependencia.
Las drogas son sustancias que al consumirlas para la estimulación o depresión del sistema nervioso central, producen una dependencia y un trastorno en la función del juicio, del comportamiento o del ánimo de la persona.
El Dr. Pablo Gaete, jefe de la Unidad de Cardiología del Hospital Ernesto Torres Galdames de Iquique, cuenta que se le puede denominar a una persona drogadicta, cuando tiene dependencia y necesidades físicas y psicológicas hacia las drogas, para lograr una cierta “estabilidad”.
“Lo que la gente debe saber, es que es posible afirmar que las drogas tienen grandes efectos nocivos en la salud del corazón. La cocaína y sus derivados son especialmente tóxicos, la marihuana también, e incluso el consumo del tabaco cuando está asociado a los anteriores, incrementa los riesgos”, afirma el especialista.
Este tema está permanentemente en estudio para determinar exactamente la relación entre las drogas duras y la salud cardiovascular. Hasta ahora se sabe que el uso de éstas se asocia a alzas de presión arterial peligrosas, con riesgo de infarto al miocardio y accidentes vasculares encefálicos. Además, pueden presentarse molestias como dolores de pecho (angina), palpitaciones (arritmias) e incluso presentarse una muerte súbita.
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