La dieta durante el embarazo
Consumir determinados nutrientes es esencial para llevar una gestación libre de complicaciones, tanto para la madre como para el niño. Todo lo que la progenitora ingiera, y la manera en que lo haga, incidirá en la formación, desarrollo y crecimiento de su hijo.
Una adecuada nutrición durante el embarazo es determinante para prevenir el bajo peso de nacimiento, lospartos prematuros, las malformaciones congénitas y otras enfermedades que pueden afectar al niño desde antes de nacer hasta etapas posteriores de la vida. Según la nutrióloga de la Universidad de Los Andes, Dra. Eliana Reyes, el ideal es embarazarse con un adecuado estado nutricional y preocuparse de alimentarse adecuadamente, ya que hay enfermedades que se producen por déficit de algunos nutrientes que pueden ser graves para madre e hijo, como por ejemplo, la anemia, debido al déficit de hierro. “Otros como la ingesta de calcio, de ácido fólico y otras vitaminas, consumir alimentos ricos en ácidos grasos omega 3, presente en peces, también ayudana enfrentar un embarazo en condiciones ideales”, señala.
Si la mujer no consume calcio, puede sufrir una descalcificación que se manifiesta con el aflojamiento de piezas dentarias, anemia por déficit de fierro o caída de cabello, mientras que el bebé puede desarrollar malformaciones congénitas por déficit de ácido fólico, hipotiroidismo por déficit de yodo, mala osificación por falta de calcio, anemia por déficit de fierro, alteraciones del crecimiento y desarrollo por déficit de zinc, además del inadecuado desarrollo del sistema nervioso central y retina por deficiencia de consumo de ácidos grasos omega 3.
Mantenga un peso adecuado
El requerimiento calórico de cualquier individuo depende de su peso, estatura, edad y actividad física. En circunstancias especiales, como el embarazo, se produce un aumento del requerimiento calórico que no supera las 110 calorías extra diariamente, durante los dos primeros trimestres del embarazo, y 220 durante el último trimestre, lo que en la práctica equivalen a medio pan o 2 tazas de leche. Sin embargo, la Doctora explica que generalmente el consumo en esta etapa es mayor, lo que genera la obesidad materna. “Un adecuado incremento de peso de acuerdo al estado nutricional de la madre, reduce los riesgos durante el embarazo, parto, puerperio (conocido como “cuarentena”) y en etapas posteriores de la vida. Tradicionalmente, la preocupación estuvo dirigida a evitar el déficit nutricional, pero cada vez hay más conciencia de la necesidad de reducir los riesgos asociados al exceso, tales como diabetes gestacional, hipertensión, macrosomia fetal y retención de peso postparto por parte de la madre. Si una embarazada inicia su gestación con un peso normal, el ideal es que no suba más de 8 a 10 kilos”, comenta la especialista . Por su parte, si la mujer presenta trastornos alimenticios, no se alimenta bien o está continuamente vomitando, con alta probabilidad generará una desnutrición intrauterina con riesgo de aborto o parto prematuro de un niño con bajo peso de nacimiento. Además, puede desarrollar todas las complicaciones por las deficiencias de vitaminas y minerales ya descritas.
La dieta ideal Las raciones recomendadas para una embarazada de peso normal, son las siguientes:
- Tres lácteos al día, idealmente descremados (tazas de leche, yogur, quesillo) para asegurar el necesario aporte de calcio
- Dos platos de verduras crudas o cocidas y 3 frutas diarias, ojala cítricas, para el aporte de vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes.
- Comer pescados grasos dos veces a la semana para aporte de ácidos grasos omega 3 y proteínas.
- Comer otras carnes magras (aves sin cuero) o leguminosas, cuatro o cinco veces por semana para asegurar un aporte adecuado de hierro y de proteínas.
- No eliminar el pan, ya que en Chile está enriquecido con hierro y ácido fólico.
- Cantidades moderadas de cereales y pastas, no más de 1 taza ya cocinada.
- En forma ocasional, frituras y alimentos ricos en grasas, azúcar y sal.
Por otra parte, si bien el alcohol no es un alimento, no es conveniente consumirlo durante el embarazo, debido a que se asocia a alteraciones del crecimiento y desarrollo fetal. Incluso, la ingesta excesiva del mismo al comienzo del embarazo se ha asociada al nacimiento de niños con malformaciones, retraso del crecimiento y mental. Respecto de la cafeína, no hay estudios que hayan demostrado una asociación entre su consumo y complicaciones en el embarazo, o en el recién nacido, aunque lo aconsejable es no tomar más de 2 tazas de café (200 mg de cafeína), al día, incluida la presente en el té o bebidas cola. Sin embargo, puede disfrutar de los antioxidantes del café descafeinado sin inconvenientes.
Preparación pre y post parto
Para llevar un embarazo saludable, lo ideal es tener un sano estado nutricional pre-embarazo, por lo tanto, la mujer debe mantener una alimentación adecuada a lo largo de la vida. Se debe consumir ácido fólico, ya que es fundamental para el desarrollo del tubo neural del feto que se desarrolla durante las primeras semanas de gestación (en las que muchas veces la mujer no sabe que está embarazada). Su consumo previene malformaciones tan graves como la espina bífida o anencefalia.
Una vez nacido el niño o niña, los requerimientos de nutrientes durante la lactancia aumentan más que en el embarazo. Es muy importante el consumo de ácidos grasos omega 3 especialmente el DHA (docosohexaenoico) que cumple un papel fundamental en el desarrollo del sistema nervioso y visual del niño; si la ingesta materna es baja, los niveles en la leche materna también serán bajos. El calcio también es un nutriente crítico durante la lactancia, por lo que se debe estimular el consumo de lácteos descremados.“Con el aumento de la prevalencia de sobrepeso y obesidad en nuestra población, y su asociación con el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles, se recomienda hacer una dieta balanceada muy similar a la del embarazo e idealmente antes de los 6 meses del post parto recuperar el peso preconcepcional”, comenta la especialista. Una reducción de peso moderada, con una dieta balanceada es segura y no afecta la ganancia de peso del niño que está lactando. |