“Cardiopatías Congénitas: Un riesgo latente”


Toda mujer embarazada espera ansiosa a que su hijo nazca sano y sin ninguna complicación; pero aunque el vientre de la madre le proporcione seguridad y confort, es durante el desarrollo del feto cuando pueden encenderse las alertas.


 

CardiopatiaAproximadamente el 1% de los bebes nacen con alguna cardiopatía  

congénita malformaciones que se producen durante el desarrollo  del corazón en la vida intrauterina, que pueden comprometer cualquiera de las cuatro cavidades del corazón, válvulas y arterias.
Este problema, que también afecta en un 5% a los hijos de padres con una patología cardiovascular, está influido por una serie de factores ambientales y otros que aun no están determinados, razón por la cual es imposible predecir o prevenirlas.El Dr. Felipe Heusser, cardiólogo infantil del Hospital Clínico de la Universidad Católica y Presidente de la Fundación Salud y Corazón, señala que en un 50% de los niños que nacen con algún problema cardíaco, el compromiso es tal, que requieren de algún procedimiento - ya sea una cirugía o catéter - durante el primer año de vida para sobrevivir. Incluso, y pese a que se nace con ellas, las complicaciones de este tipo pueden manifestarse o detectarse muy tardíamente, debido a que el espectro de enfermedades de este tipo es tremendamente amplio, y así como hay algunas que son prácticamente incompatibles con la vida más allá de unas horas, hay otras en las que a los 20 o 40 años comienzan recién a dar señales.
Al momento de nacer, a los bebes no se les realiza ningún examen rutinario para descartar alguna malformación. Sólo se llevan a cabo pruebas cuando se detectó algo durante las ecografías o a petición del neonatólogo.“Los motivos más importantes para sospechar de que existe alguna cardiopatía son los ruidos en torno al corazón, que pueden significar un soplo; o bien cambios de coloración, porque si el niño está morado no sólo se puede relacionar con una dificultad respiratoria, que puede ser lo más frecuente, sino que es muy probable que sean problemas cardíacos”, destaca el especialista.
Incluso, según explica el doctor, existen algunas que pueden “resolverse espontáneamente”, en cuyo caso conviene esperar la evolución natural; como por ejemplo, el defecto congénito llamado comunicación interventricular o interauricular, en el que si los agujeros entre los dos ventrículos o aurículas no son muy grandes, puede ocurrir que se cierren solos durante los dos primeros años de vida.
Factores claves
Durante el desarrollo del embarazo todo debe seguir un orden estricto para que en el momento del nacimiento el bebe esté completamente desarrollado y comience con éxito su vida extrauterina. Pero existen una serie de problemas genéticos imposibles de evitar, y que juegan un rol importante en la etapa de formación del embrión o feto.Una de las enfermedades genéticas más frecuentes es la de los cromosomas; una de ellas, la Trisomía 21, o más conocida como síndrome de Down, provoca que al menos el 50% de los niños afectados por ésta padezca de cardiopatías congénitas. Otras anomalías relacionadas a las malformaciones del corazón, son la trisomía 13, el síndrome de Turner, el de Marfán, de Noonan y de DiGeorge.
Cardiopatías Congénitas: También son muy influyentes los factores ambientales, y el caso más típico es el de la rubéola. “Si una madre se infecta con este virus en el primer trimestre del embarazo, hay una probabilidad importante de que su niño tenga serios problemas; pero los más importantes son en el corazón, debido a que afectará su formación que se produce específicamente durante este período”, detalla el Dr. Heusser.
Como el corazón queda completamente formado a las ocho semanas de gestación, y de ahí en adelante sólo crece en tamaño, el grueso de los problemas queda establecidos - aunque no todos - en ese momento. Es por esto que las embarazadas deben cuidarse principalmente durante los tres primeros meses.
Hay además una serie de otros agentes ambientales que pueden provocar estas patologías, como por ejemplo, la ingesta de fármacos como el ácido retinoico para el acné; litio, usado en ciertas enfermedades mentales; y los anti-ataques, debido a que cambian el ambiente del feto.
Otro caso es el de las madres alcohólicas, que provocan el síndrome fetal alcohólico. El 50% de los bebes, en este caso, tienen malformaciones al corazón, lo mismo ocurre con el uso de cocaína durante el embarazo, que también incrementa las posibilidades. De la misma forma, ciertas enfermedades crónicas en la madre pueden incrementar un eventual problema cardiovascular; especialmente en los casos de mujeres con diabetes, pero si ésta se mantiene bajo control desde antes del embarazo, el riesgo es prácticamente eliminado. Y lo mismo ocurre con un problema químico llamado PKU, si se sigue una dieta especial que debe comenzar antes.
El peso de la genética
Según cuentael  Dr. Felipe Heusser, la probabilidad de nacer con una malformación es de l1% para la población general, y un 5% para los hijos de madres o padres con cardiopatía congénita ,e incluso es un poco más en el caso de las primeras.“Hay algunas enfermedades del corazón de la madre, como por ejemplo la de las comunicaciones  entre aurículas, que tienen una posibilidad muy alta de que sus hijas tengan este problema, tantocomoun30%”, detalla.

 

Como el corazón queda completamente formado a las ocho semanas de gestación, y de ahí en adelante sólo crece en tamaño, el grueso de los problemas queda establecidos - aunque no todos - en ese momento “Un factor que aun está en estudio es el del cigarrillo, ya que aunque no está claramente demostrada su influencia, en términos generales su consumo comprime las arterias de la placenta, lo que provocará un mal funcionamiento”, explica el especialista.
A pesar de que es posible demostrar que el consumo de alcohol en altas concentraciones, junto a los fármacos e infecciones como los mencionados, pueden afectar la formación del corazón; lamentablemente, en la mayoría de los casos no se encuentra la razón particular de por qué se produce la cardiopatía congénita.
Buen pronóstico
La probabilidad de que un recién nacido muera o se deteriore significativamente por una cardiopatía congénita son altas sólo si no se detecta a tiempo; pero hoy la mayoría tiene un tratamiento bastante exitoso, lo que hace posible llevar una vida normal, incluso en las más graves como el ventrículo único, en el que en vez de tener dos, el derecho e izquierdo, se tiene sólo uno.
“Debido a los avances de la medicina, es posible realizar un pronóstico prenatal a través de la ecografía, y las más diagnosticadas son también las más complejas y graves. Y si bien el estudio no es tan preciso, una vez observada la malformación, la madre será derivada por el obstetra a un centro de especialistas”, comenta el doctor.
Como la mayoría de estas enfermedades necesitan de un tratamiento inmediato, gracias al diagnóstico prematuro la madre podrá programarse y organizar el tratamiento de su hijo, con el fin de mantenerse cerca de un Centro Hospitalario en que sea tratado el problema al corazón, ya que si se encontrase lejos de uno, como ocurre normalmente en regiones, las posibilidades de sobrevida del recién nacido serán menores.
Una vez establecida la existencia de la patología del bebe, no es necesario que la madre haga reposo o se cuide en extremo, porque el funcionamiento del corazón en la vida intrauterina es más simple.
Lamentablemente en Chile sólo existen cuatro Centros asistenciales adecuados para el tratamiento de una cardiopatía: en el caso de los públicos se encuentra el Hospital Calvo Mackenna y Roberto del Río; y privados, el Hospital de la Universidad Católica y la Clínica Santa María, lo que acorta las posibilidades, pero incita la organización prenatal.
Para tranquilidad de los padres, hoy las cardiopatías congénitas  están bajo el Plan Auge, lo que se traduce en garantías de seguridad de atención en cuanto a tiempo, calidad y cobertura financiera, tanto para pacientes con Fonasa e Isapre. Por lo tanto, es posible afirmar que el pronóstico será bueno.

El peso de la genética
Según cuenta el  Dr. Felipe Heusser, la probabilidad de nacer con una malformación es de l1% para la población general, y un 5% para los hijos de madres o padres con cardiopatía congénita, e incluso es un poco más en el caso de las primeras.“Hay algunas enfermedades del corazón de la madre, como por ejemplo la de las comunicaciones  entre aurículas, que tienen una posibilidad muy alta de que sus hijas tengan este problema, tantocomoun30%”, detalla.

 

Las más frecuentes
La comunicación interventricular representa el 25% de todos los casos de cardiopatías congénitas. En segundo lugar se encuentra el agujero entre las  dos aurículas, que constituye aproximadamente el 10%, y la persistencia del Ductus, que también prevalece entre el 8 y 10%. Esta stress, si bien son las más recurrentes, son también las más sencillas.
 

Recomendamos

CardioSmile

CardioSmile

 

Estudio de Salud Cardiovascular

Diseñado por Sombrero negro sombrero negro