Muerte Súbita

 

 PELIGRO INMINENTE

Este mal afecta mayoritariamente a los hombres y puede provocar la muerte sin previo aviso. Pero por muy drástico que parezca, con un buen control de la enfermedad cardiaca que se tenga y manteniendo los controles de su corazón y factores de riesgo al día, se evita todo mal presagio. Recuerde que siempre será mejor prevenir.

 

Se entiende por Muerte súbita (MS), a la muerte natural que se debe, generalmente, a una causa cardiaca precedida de pérdida brusca de conciencia, a menudo sin síntomas, con o sin conocimiento de existencia previa de enfermedad cardiaca, por lo que el momento y modo de fallecimiento es inesperado.

Sin embargo, la gama de personas que fallecen súbitamente por este mal va desde individuos sin enfermedad cardiaca evidente, hasta otros con lesiones mínimas, incluyendo a pacientes con enfermedad reconocida del corazón que se encuentran en tratamiento.

La causa más frecuentemente de fallecimiento es por Paro Cardiorrespiratorio (PCR), cuyo mecanismo es antecedido, en la mayoría de los casos a arritmias rápidas (65%-85%), como la Taquicardia ventricular o la Fibrilación Ventricular, que llevan a una completa desorganización electromecánica del corazón y a la muerte. Sólo un 20% a un 30% de los casos fallece por arritmias lentas, como los bloqueos cardiacos.

El Dr. Jorge Bartolucci, cardiólogo de la Clínica Santa María y Editor Médico de la revista Salud y Corazón, señala que “el 80% de las muertes súbitas son por enfermedad de las arterias coronarias, ya sea por infarto al miocardio en curso o por un infarto antiguo que ha dejado secuelas, pero no disponemos de estadísticas nacionales sobre esto. En Estados Unidos hay 600 mil personas con enfermedad coronaria por año, y tradicionalmente se ha señalado que el 50% de estos pacientes al momento de fallecer lo hacen súbitamente”.
En Chile el infarto agudo al miocardio es la primera causa de muerte, con un número cercano a los seis mil fallecimientos por año, siendo un porcentaje importante de ellos los que lo hacen en forma súbita. El riesgo de MS cardiaca ha disminuido considerablemente en el último tiempo, y este hecho queda avalado en un estudio relativamente reciente del grupo de la Clínica Mayo (EEUU), donde en un período de seguimiento de 4,7 años de pacientes que habían tenido un infarto al miocardio, el 24% de ellos fallecieron en forma súbita. Otro hecho interesante es que la incidencia de este tipo de muertes en los 30 días siguientes al infarto, fue cuatro veces superior a lo previsto. Por lo tanto la mortalidad dentro de las primeras semanas del infarto agudo al miocardio (IAM), es mucho mayor que la mortalidad tardía.

Los números hablan por sí solos

Es interesante conocer que una de cada tres personas que fallecen de IAM lo hace en forma súbita, que el 30% de estos pacientes fallece antes de llegar al hospital y que el 20% de los restantes lo hace dentro de los primeros 30 días. Durante el año 2001, ocurrieron en el país 22.373 defunciones por causa cardiovascular, constituyendo el 27% del total de muertes. Dentro de este grupo, el IAM y la enfermedad isquémica crónica del corazón produjeron en conjunto, 7.403 defunciones (33%).

La incidencia de muerte súbita se incrementa en la medida que la población envejece y es cuatro veces más frecuente en la población masculina. En el adulto joven (20-30 años) la incidencia de MS es de 1 por 100.000 habitantes (0.001 por año), sobre los 35 años es de 1 por cada 500-1.000 habitantes (0.1 por año). Mientras que el riesgo más elevado de MS, ocurre en los pacientes con enfermedad cardiaca avanzada, observándose en 1 de cada 4-10 pacientes (10-25 por año).

Por otra parte, existen causas no cardiacas de MS como enfermedades hepáticas, renales, pulmonares o eventos neurológicos, pero son raras y proporcionalmente menos frecuentes.

 

Causas y tipos

Según señala el Dr. Bartolucci, existen enfermedades cardiacas con un sustrato hereditario, que si no se tratan a tiempo pueden provocar la muerte súbita, y entre ellas menciona:

  • La Miocardiopatía Hipertrófica, una enfermedad que afecta en forma predeterminada genéticamente al corazón, produciendo un crecimiento exagerado de este músculo (hipertrofía), que lleva consigo alteraciones mecánicas complejas y arritmias cardiacas graves, predisponiendo esta última a la MS. Esta enfermedad es la causa más frecuente de muerte súbita en deportistas de alto rendimiento.
  • La Displasia Arritmogénica del ventrículo derecho, una enfermedad que consiste en depósito de grasa en las paredes del corazón, que termina, siendo más evidente en el ventrículo derecho que en el izquierdo, favoreciendo con esto arritmia ventriculares complejas, que pueden llevar a MS.
  • El QT largo congénito y el Síndrome de Brugada, son fallas de tipo hereditario y pueden ser traspasadas de padres a hijos. En estos casos el corazón está anatómicamente normal, y la enfermedad está a nivel molecular.

 

Existen otras causas de este problema cardiaco dadas por anomalías congénitas en el desarrollo de las arterias coronarias, donde el fallecimiento se produce, por lo general, cuando se realiza un esfuerzo. Otra alteración de la arteria coronaria es la disección espontánea de esta arteria, “un 75% de estos casos se observan en mujeres y alrededor de un tercio de ellos se da en el periparto, pueden debutar con un cuadro de infarto agudo o muerte súbita, pero son casos muy infrecuentes, 2 por 100.000 mujeres jóvenes por año”, señala el especialista.

Probabilidades

Todas las enfermedades cardiacas pueden terminar en muerte súbita, más aún si están mal tratadas. Esto último puede ocurrir por tratamiento insuficiente o a veces por la utilización de fármacos que en determinadas condiciones clínicas del paciente, son capaces de agravar una arritmia preexistente o de generar una nueva, la que puede resultar mucho más letal que la primera.

La prevención de la MS es difícil, ya que como su nombre lo dice es súbita, por lo que la mayoría de las veces ocurre sin síntomas previos ni historia cardiovascular conocida. Por ello se deberá dar atención al estudio y prevención de los factores de riesgo cardiovascular -hipertensión arterial, colesterol elevado, diabetes mellitus o estados prediabéticos, tabaquismo, antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular o alguno de estos factores en la línea materna o paterna, que predisponen a la enfermedad cardiovascular- para evitar que esta ocurra.

“Sin embargo, en los casos con enfermedad cardiaca, la mayoría de los pacientes corresponde a aquellos con enfermedad coronaria y con algún grado de insuficiencia del músculo cardiaco. Por lo tanto, este es un gran número de pacientes que debe ser estudiado con detención, tratados adecuadamente y utilizados todos los recursos que la cardiología dispone en la actualidad (fármacos, angioplastía, stent, cirugía coronaria, marcapasos y cardiodesfibriladores implantables), obviamente después de una adecuada selección”, cuenta el doctor.

 

Otra forma de prevención es el estudiar a todos los familiares de un paciente que falleció en forma súbita, más aún si existe este antecedente familiar en pacientes con Miocardiopatía Hipertrófica, Síndrome QT largo congénito y Síndrome de Brugada. También, efectuar evaluaciones completas a atletas de alto rendimiento o a individuos que realizan actividad física que implican grandes esfuerzos como el trote, el ciclismo, spinning en gimnasios, etc.

Otro hecho a señalar es que el ejercicio intenso y repetido en el largo plazo, no es saludable, hay una serie de demostraciones de orden médico que avalan lo anterior, por lo tanto, como en todas las cosas de la vida, la moderación y la regularidad en la actividad física, idealmente siempre previa evaluación médica, es el camino correcto.

Recién nacidos: otro diagnóstico

El caso de los recién nacidos y la muerte súbita es diferente a la de los adultos. Su causa no está totalmente aclarada, aunque estudios recientes la atribuyen a la utilización y reciclamiento de la serotonina a nivel cerebral. Se han planteado varios condicionantes que favorecerían la MS, señalándose a su vez diferentes medidas de orden general para su prevención. La que ha dado más éxito, es el evitar acostar a los bebés durmiendo en decúbito ventral, es decir, boca abajo. De hecho, esto dio origen a la campaña “Bebés boca Arriba”, contribuyendo significativamente a la disminución de la mortalidad por esta causa.

Al respecto, el Dr. Bartolucci señala que “es indudable que un niño que nace con una cardiopatía congénita grave, genere también arritmias graves, con la posibilidad de fallecer súbitamente. Esto ocurre más bien por su enfermedad cardiaca severa, la que genera alteraciones en la función de su corazón, y por ende en la circulación, hechos que llevan a una oxigenación inadecuada. Esto es la regla en estos niños, favoreciendo arritmias graves, las cuales también pueden ser causa de MS”, concluye.

 

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