Cuando se habla del corazón, es probable que su mente recuerde palabras claves y se tenga cierta noción de su importancia., sin embargo, pocos pueden explicar a ciencia cierta cómo funciona el principal músculo de nuestro cuerpo. Lo cierto, es que el corazón es bastante más complejo de lo que puede creerse, pero su proceso no es tan difícil de entender.
El corazón se podría comparar con dos bombas, derecha e izquierda, que trabajan automática y sincrónicamente. Está situado entre los pulmones, a la izquierda del tórax, apoyado sobre el diafragma y detrás del esternón, contrayéndose unas 70 veces por minuto. La masa muscular que lo constituye recibe el nombre de miocardio y está formada por tejido muscular de tipo cardíaco que funciona manera automática.
Cada una de las bombas tienes dos cavidades independientes denominadas aurícula y ventrículo. El paso de la sangre desde aurículas hacia los ventrículos está controlado por una válvula entre ambas cavidades, de la misma forma que otra válvula controla el paso de la sangre desde los ventrículos hasta las arterias. Unas gruesas paredes musculares separan la parte derecha e izquierda del corazón, que actúan como dos corazones coordinados: la parte izquierda para la sangre arterial (rica en oxígeno), y la derecha para la venosa (pobre en oxígeno).
La función del corazón es bombear la sangre a todos los rincones del organismo. La sangre recoge oxígeno a su paso por los pulmones y circula hasta el corazón para ser impulsada a todas las partes del cuerpo. Después de su viaje por el organismo, la sangre queda sin oxígeno y es enviada de nuevo al corazón para que éste la bombee a los pulmones con el fin de recoger más oxígeno. Así se completa el ciclo.
Paso a paso
Para impulsar la sangre por los vasos de todo el cuerpo, el corazón realiza el ejercicio denominado sístole, o de contracción, y diástole, o de relajación. El ritmo cardíaco, la intensidad y la fuerza de contracción y relajación están regulados por los centros situados en el hipotálamo (en el cerebro), que elaboran los impulsos nerviosos adecuados, y por sustancias químicas como la adrenalina y la noradrenalina, que son hormonas que actúan sobre el corazón.
El ciclo de la bomba derecha se inicia con la diástole auricular (período de llene auricular derecho). Cuando la aurícula está llena de sangre se abre la válvula tricúspide y se inicia la diástole ventricular (período de llene ventricular derecho) que se completa con la sístole ventricular. Cuando acaba la diástole ventricular se produce el cierre de la válvula tricúspide y se abre la válvula pulmonar, entonces se inicia la contracción o sístole ventricular, que explusa la sangre a través de la arteria pulmonar a los pulmones. La sangre oxigenada retorna por las venas pulmonares a la aurícula izquierda del corazón dando inicio al ciclo de la bomba izquierda. Este, al igual que el ciclo de la derecha, se inicia con la diástole ventricular: Cuando la aurícula izquierda esta llena de sangre, se abre la válvula mitral y la sangre pasa al ventrículo izquierdo comenzando la diástole ventricular (Período de llene ventricular izquierdo). El ventrículo izquierdo se termina de llenar cuando se expulsa la sangre por la sístole auricular. Cuando acaba la diástole ventricular se produce el cierre de la válvula mitral y la apertura de la válvula aórtica iniciándose la sístole ventricular, que expulsa la sangre por la arteria aorta. La sangre expulsada se distribuye por la arteria aorta a todos los órganos del cuerpo, acabando así los procesos de sístole y diástole de la bomba izquierda.
Como el corazón también necesita oxígeno para funcionar, en el exterior hay unos vasos sanguíneos que se lo proporcionan. Si alguno de estos vasos queda obstruido, impidiendo la llegada de suficiente sangre, el músculo del corazón se daña produciéndose entonces una angina (oclusión parcial de una arteria coronaria) o un infarto (oclusión total de una arteria coronaria).
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