El beneficio de la prevención

Cuidar la salud bucal protege tu corazón

 

Numerosos estudios nacionales e internacionales, han permitido asociar la Periodontitis con las enfermedades cardiovasculares. Sepa aquí las causas y la real relación entre ambas patologías.

 

Las infecciones bucales, como las caries y la enfermedad periodontal, se producen por bacterias que comúnmente se tienen en la boca, las cuales al acumularse en la superficie del diente y encía, provocan lesiones en pacientes susceptibles.

Dentro de ellas, encontramos a la enfermedad periodontal, infección que afecta los tejidos que rodean y soportan a las piezas dentarias, que puede ser gingivitis o periodontitis. La primera afecta sólo a la encía que rodea al diente, causando inflamación y sangramiento gingival. En cambio, la periodontitis compromete además los tejidos que soportan al diente, produciéndose una pérdida gradual del hueso, lo que puede llevar a la caída de una o varias piezas dentarias.

Alejandra Casanegra, cirujano dentista y periodoncista, cuenta que la prevalencia de infecciones periodontales en la población es bastante alta: “a nivel mundial es superior al 75% en sujetos entre 35 y 44 años. Y según un estudio realizado en Chile, específicamente en la Región Metropolitana, se encontró una prevalencia de un 98,7% entre esas edades”, comentó.

Salud bucal y salud cardiovascular

En los últimos años se ha estudiado la relación entre infecciones bucales y enfermedad cardiovascular, en la que fundamentalmente se identifica a la boca como portadora de bacterias que pueden pasar al torrente sanguíneo, y así afectar a otros órganos del cuerpo, como el corazón. “Actualmente, se considera que existe una asociación entre la periodontitis y la enfermedad cardiovascular, debido a que la infección es crónica, con la participación de bacterias bastante agresivas, las cuales se han identificado incluso en paredes arteriales cercanas al corazón. Estas bacterias y sus productos podrían afectar la formación de ateromas y trombos a nivel vascular”, destaca la especialista.

No sólo basta tener una buena higiene bucal, sino que es necesario también controlarse periódicamente con el dentista (cada 6 meses, máximo 1 año), debido a que la higiene personal nunca es efectiva en un 100%, y las bacterias que se van acumulando pueden provocar daño. “Una correcta higiene bucal debería considerar el uso de un cepillo suave con una correcta técnica (movimientos circulares y de suave intensidad) y el uso de seda dental una vez al día”, explica la dentista.

En el caso de los pacientes con enfermedades cardiovasculares, deberían ir cada seis meses a controles con su dentista, debido a que hay que chequear periódicamente la presencia de inflamación en sus encías, supuración, caries y realizar su tratamiento. “En estos pacientes es importante reducir al mínimo la cantidad de bacterias en la cavidad bucal, aunque siempre va a existir cierta cantidad normal de bacterias” comenta.

Además, es recomendable prevenir los factores que agraven la infección, como el tabaquismo, el estrés y la diabetes. Quienes poseen esta última, deben vigilar aun más su salud bucal, ya que este tipo de infecciones puede aumentar la dificultad para controlar la glicemia.

Incluso, la especialista destaca que los pacientes con patologías cardiovasculares deben advertir al dentista sobre su enfermedad, ya que es muy importante disminuir la cantidad de factores que podrían afectar el desarrollo de la enfermedad cardiovascular, especialmente la presencia de periodontitis, de caries u otras afecciones bucales. También, los pacientes hipertensos deben comentar su condición al dentista, para que use anestésicos locales sin vasoconstrictor.
 

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