TRASTORNOS ALIMENTARIOS EN ADOLESCENTES Pareciera que en la sociedad actual ser delgada es sinónimo de éxito. Esto, además de ser una errada manera de ver las cosas, puede transformar la adolescencia en un mal recuerdo. Los padres, y el entorno son fundamentales a la hora de formar las personalidades de los jóvenes, y evitar conductas poco saludables
Se les denomina Trastornos de la Conducta Alimentaria a enfermedades de origen psicológico que tienen un impacto en la conducta alimenticia y que condicionan alto riesgo para la salud. Se caracterizan por una preocupación obsesiva del peso y la figura, en algunos casos con una distorsión de la imagen corporal, es decir, personas que tienen contexturas normales o delgadas, pero siguen sintiéndose con sobrepeso. Hacer dieta severa, saltarse las comidas, o prohibirse algunos alimentos, como chocolates, frituras o hidratos de carbono, hacer ejercicio excesivo y tener atracones, para luego inducirse el vómito y tener conductas compensatorias, que buscan eliminar las calorías comidas en un atracón, son algunos de los recursos utilizados por los jóvenes que enfrentan estos problemas. Habitualmente, los pacientes con trastornos alimentarios comienzan en la adolescencia y son mucho más frecuentes en las mujeres, de hecho, por cada 9 a 10 mujeres que los padecen, se presentan en 1 hombre. La Dra. Verónica Gaete, pediatra, especialista en adolescentes de la Clínica Las Condes, y Directora de la centro SERJOVEN, institución sin fines de lucro, que ofrece atención de salud integral, tanto física, psicológica y social a adolescentes de escasos recursos, dependiente de la Universidad de Chile, señala que existen 4 tipos de trastornos alimentarios que están claramente reconocidos: La anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa, los trastornos inespecíficos de la conducta alimentaria - que son los mas asiduos, ya que más del 50% pertenece a este grupo- y por último, el Binge eating disorder, o trastorno por atracón, que es de diagnóstico más reciente. La anorexia se caracteriza principalmente por una distorsión o una preocupación exagerada de la imagen corporal en personas que están en peso normal o bajo. El mecanismo utilizado para bajar de peso es restringir excesivamente la ingesta de alimentos o hacer dieta severa, lo que lleva a los pacientes a la desnutrición. La doctora explica que hay un porcentaje de estas personas que pueden tener atracones (ingerir mucha comida de una vez con la sensación de que no pueden detenerse y luego producirse vómitos, debido a que la anorexia se presenta de dos formas: las de tipo restrictivas y las de tipo compulsivo-purgativas. “Además, se asocian a ejercicio excesivo, y a alteraciones menstruales, ya que a las adolescentes se les cortan las menstruaciones, debido a la baja de peso. Este es el tipo con más complicaciones, y dentro de ellas las cardiovasculares”, señala la pediatra. La Bulimia, es aquel trastorno que se presenta en pacientes con peso normal, sobrepeso, e incluso obesidad, que tratan inicialmente de hacer un régimen para bajar de peso, pero secundariamente se les empiezan a desencandenar atracones, y para controlar esta conducta comienzan a vomitar, a usar laxantes, diuréticos, o luego de que ingieren mucha cantidad de comida de una vez, hacen ayuno, restringen excesivamente la ingesta, o hacen ejercicio excesivo. Son conductas que se ven frecuentemente. Lo peor, es que si la paciente sigue con la bulimia, tiene muchas más opciones de subir de peso, ya que los vómitos no son eficientes para el control del mismo, “estudios demuestran que si, incluso, se vomita inmediatamente después de comer, no se puede eliminar más del 50% de la comida ingerida. Al revés, los atracones sí hacen subir muy rápido de peso”, señala la especialista. Los trastornos inespecíficos, son aquellos que no cumplen criterios ni para anorexia, ni para bulimia. Es un gran saco donde cabe todo el resto. Hay casos en los que las adolescentes funcionan mentalmente igual que en una anorexia, es decir, comienzan con obesidad, luego bajan mucho de peso, pero como antes eran obesas todavía no están desnutridas, por lo tanto no cumplen los criterios como para diagnosticar una anorexia. En otros casos, las niñas tienen todos los criterios para una anorexia, pero no se les presenta amenorrea, por lo que sigue siendo inespecífico. Hay un grupo aislado, dentro de los trastornos inespecíficos, que se caracteriza por los Atracones, conocido como el Binge eating disorder. Estos pacientes se caracterizan sólo por tener atracones y no por conductas compensatorias. “Son personas que tienen sicopatologías y síntomas emocionales importantes, y presentan atracones frecuentes, pero no vomitan, entonces la mayor parte de ellos termina con obesidad”, comenta la Dra. Gaete, En general, tienen un comportamiento alimentario muy caótico, tienden a comer permanentemente y muchos de ellos optan más tarde por la cirugía. Este grupo comienza generalmente en la adultez y es mucho más frecuente en hombres que los otros trastornos alimentarios. Trastornos y corazón: una mala dupla Un tercio de las muertes en adultos con trastornos alimenticios, se producen debido a complicaciones cardíacas. Los vómitos pueden producir alteraciones hidroelectrolíticas como la hipokalemia, y luego de esto producir Arritmias y paros cardíacos. Las estadísticas dicen que la anorexia nerviosa se asocia a un riesgo significativo de muerte debido a complicaciones cardíacas. “El análisis de pacientes con trastornos alimentarios que hemos visto en el Programa de Adolescencia, entre el año 2001 y 2006, señala que en un grupo de casi 600 pacientes, un 13.1% tenia trastornos alimentarios. La prevalencia es altísima, con casos entre los 11 y los 20 años ”, señala la doctora. Dentro de las complicaciones cardiovasculares, la bradicardia severa es la más frecuente, tiene que ver con el peso que se ha disminuido y la rapidez con la que se ha bajado, porque se debe principalmente a un mecanismo de adaptación del organismo, con disminución del metabolismo basal. La buena noticia es que cuando los trastornos alimentarios debutan en la adolescencia tienen mejor pronóstico que cuando ocurren en la adultez, y la mayor parte se recupera completamente, pero hay un porcentaje que se recupera sólo parcialmente y otro que no se recupera nunca, por lo tanto, esos son los que tienen problemas mayores cuando son adultos. “Es más, no se necesita erradicar la anorexia, para mejorar los problemas cardiovasculares. Generalmente éstos ceden con la recuperación nutricional inicial, entonces basta con que se recupere algo de peso, como para que desaparezcan. Aparecen muy precozmente y se revierten de la misma manera”, cuenta la doctora.
Desde la casa Generalmente, las familias ven éste problema como una enfermedad nutricional. Lo cierto es que los trastornos alimentarios son problemas psiquiátricos que tienen manifestaciones en la conducta alimentaria, y por lo tanto, secundariamente tienen repercusión física. Esto quiere decir que no sólo basta manejar el tema nutricional, que es esencial, sobre todo en la primera parte del tratamiento, si no que además tiene que haber un manejo psiquiátrico y psicológico. Los equipos que traten estos casos tienen que estar constituidos por al menos estos tres especialistas. Estos trastornos se entienden como multifactoriales. Aunque no se sabe la causa exacta, sí se sabe que se tienen que dar una serie de factores en conjunto para que se desencadenen. Los primeros son los factores de la propia persona, habitualmente presentados como baja autoestima; en el caso de la anorexia, hay mucho perfeccionismo y un comportamiento mucho más dependiente. En el caso de la bulimia, es frecuente que tengan un trastorno de la personalidad asociada a la impulsividad, y de ahí los atracones. La Dra. Gaete explica que generalmente las adolescentes de este grupo tienden a presentar conductas sexuales más tempranas, abuso de alcohol y droga. También se asocian a factores del entorno, “los trastornos alimentarios no existían prácticamente antes de la modelo Twiggy (famosa en los años 60 por su extrema delgadez), con esto empieza a adelgazarse progresivamente el modelo de belleza en la sociedad, lo que junto a esta locura del exitismo, terminan impactando muy negativamente a los adolescentes, que se dejan influir muy significativamente por estas cosas, pues están en pleno proceso de formación de su identidad. Las chiquillas que viven los trastornos alimentarios piensan prácticamente que para ser felices, hay que ser flacas”, señala la doctora.
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